A veces la vida nos sube a un barco
sin pedir permiso, y sin darnos cuenta
nos encontramos navegando en mares revueltos.
Sentimos miedo
y bajo ese miedo, inseguridad, frustración, enfado, ira
y mil preguntas gritadas al cielo que nos impulsan
hacia la profunda oscuridad de mar abierto.
Párate, aunque todo esté en movimiento y confuso,
para y respira
Conéctate con tu interior,
déjate hundir en las profundidades de tu alma,
dónde la tormenta se hace calma
y las preguntas respuestas.
Bajo la ola, todo es quietud
en tu silencio interior.
Espera, observa, confía y vive.
Vive éste instante donde todo está.
No hay nada más.
Justo ahora, la luz está dentro de tí.