Musicoterapia

Musicoterapia

El uso controlado tanto de la música y sus elementos (sonido, ritmo, melodía, armonía), como el movimiento a través de la escucha o ejecución instrumental sonora, todo ello como herramienta para fin terapéutico. Satisface las necesidades físicas, psicológicas, emocionales, sociales, cognitivas e intelectuales del usuario.

La musicoterapia ayuda a promover, mantener y restaurar la salud mental, emocional y espiritual.

Los objetivos principales de la música como terapia son: facilitar e impulsar la comunicación, promover el aprendizaje, mejorar la atención, el desarrollo personal, la movilización, la organización, la expresión individual, favorecer la integración grupal y social, etc., debido a que la música tiene cualidades no verbales, creativas, estructurales y emocionales. Como disciplina, la musicoterapia se entiende como el estudio de la relación entre la música y la salud.

¿A quién va destinada?

A cualquier persona que tenga necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales, conductuales, espirituales, etc. Por lo que la musicoterapia, no va destinada sólo a un sólo colectivo.

Puede ir destinada a:

  • Personas que quieran vivir un crecimiento personal.
  • Relaciones de pareja.
  • Mejorar el vínculo familiar.
  • El ámbito profesional.
  • Prenatal y perinatal.
  • Atención temprana.
  • Personas en estado de depresión.
  • Personas con estrés.
  • Niños con necesidades educativas específicas
  • Diferentes patologías, trastornos, enfermedades, síndromes o demencias (como el TEA, TDAH, S. De Down, fibromialgia, discapacidad física, discapacidad intelectual, trastorno generalizado del desarrollo, discapacidad auditiva, rehabilitación física, rehabilitación neurológica, Parkinson, demencia, geriatría, Alzheimer, etc)

¿Objetivos principales?

La musicoterapia, según la WFMT (2011), tiene como objetivo principal “facilitar y promover la comunicación, aprendizaje, relación movilización, expresión, organización y otros objetivos terapéuticos relevantes con el fin de lograr cambios y satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas”. 

Bruscia (2007) dice:

La musicoterapia siempre tiene un propósito. El cliente llega a la musicoterapia por razones específicas y el terapeuta siempre trabaja con el cliente con intenciones y objetivos específicos en mente. De este modo, la musicoterapia es contractual; siempre implica un compromiso compartido entre el cliente y el terapeuta con vistas a lograr un objetivo. Tanto el cliente como el terapeuta deben determinar cuáles son las metas de la terapia y, en algunos casos, pueden redactar un contrato escrito, donde se estipulen los objetivos y los métodos de tratamiento dentro de un determinado período de tiempo, así como los roles y responsabilidades de las partes. 

Tener metas claras no significa necesariamente que todos los resultados de la musicoterapia puedan predecirse o especificarse de antemano. Muchas veces se requiere de tiempo y experiencia compartida para que cliente y terapeuta puedan formular objetivos específicos para su trabajo, aun cuando el objetivo es ayudar al cliente en sus necesidades de salud. (p.23)

Esto depende de las necesidades específicas del usuario o paciente. Estos objetivos pueden ser  planteados entre el usuario y el terapeuta, el terapeuta lleva a cabo una evaluación inicial (a nivel cognitivo, social, físico, educativo, emocional, comunicación, familiar, habilidades de ocio, etc) seguimiento y plan de tratamiento, donde cumplidos estos objetivos pueden o plantearse otros o terminar el proceso terapeutico.

¿A qué ayuda la Musicoterapia?

Por lo general ayuda a:

  • Mejorar el nivel de auto-conciencia
  • Fomentar el autoestima
  • Reforzar vínculos (de grupo, de parejas, familiares, etc)
  • Disminuir la sintomatología de ciertas enfermedades o patologías
  • Ayudar a los cuidadores y/o familiares de personas con enfermedades o patologías
  • Disminuir el estrés
  • Reducir la ansiedad
  • Desarrollar un espacio de auto-expresión
  • Ofrecer herramientas para afrontar problemas sociales
  • Reforzar la atención
  • Fomentar la participación y habilidades sociales
  • Mejorar la memoria a corto y largo plazo
  • Ofrecer herramientas de comunicación
  • Insights ("darse cuenta")
Lo imparte

Alfredo Reyes

Musicoterapeuta y violinista profesional
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